The Pointer Pointer website is a quirky little interactive page that does one thing—perfectly. Wherever you place your mouse, it instantly shows a photo of someone pointing right at your cursor. Move again, and you get a new photo. That’s it. Simple, silly, and surprisingly addictive.
What Is Pointer Pointer?
It’s a fun web experiment that pairs your mouse cursor with real photos of people pointing. No sign-ups, no pop-ups, no clutter—just a pure, delightful moment of “how did they do that?” every time you move your mouse. Think of it as internet magic in its simplest form.
How To Use Pointer Pointer (Step-by-Step)
Open your web browser and visit the Pointer Pointer website.
Move your mouse anywhere on the screen.
Pause for a second.
Watch as a random photo appears—someone pointing right at your cursor.
Move again to trigger a new image and keep the fun going!
Quick Tips
Try placing your pointer in the screen’s corners for hilarious angles.
Move your cursor slowly to build suspense.
Turn it into a mini-game with friends: who gets the funniest pointer pose?
Short, silly, and strangely satisfying—Pointer Pointer proves that even the simplest ideas can make you smile.
Official Source: https://pointerpointer.fit/
En México, un termómetro que miente 1 °C le cuesta a un ingenio 42 millones de pesos por zafra. El jugo de caña debe evaporarse a 68 °C exactos: más alto y la sacarosa se quema; más bajo y el jarabe se contamina con levaduras. En las plantas de jarabe de maíz, la enzima que convierte glucosa en fructosa solo trabaja a 59.5 °C; medio grado de error y el refresco sabe a metal. Sin calibración, el dulce mexicano pierde pureza, color y mercado.
La ley no perdona: la NOM-251 obliga a calibrar cada termómetro cada seis meses contra patrones del CENAM. Un certificado vencido paraliza la línea y bloquea la exportación a Estados Unidos. Los laboratorios mexicanos usan baños de hielo (0 °C) y aceite a 120 °C para ajustar sensores en fábricas de Morelos, Veracruz o Jalisco. Un técnico tarda 18 minutos por instrumento y salva 3 200 toneladas de azúcar al año.
Calibrar es invertir en orgullo: reduce reclamos 68 %, corta 5 % del consumo de vapor y evita multas de 2 millones. Ingenio Alianza paga 80 pesos por calibración y gana 1 200 pesos por cada grado que controla. El termómetro exacto no es un gasto; es la brújula que mantiene 280 000 empleos y endulza el 2 % del PIB agroindustrial. México no fabrica azúcar: fabrica precisión, cristal a cristal, grado a grado.
La calibración de termómetros en México es un proceso de enorme relevancia para la industria, ya que garantiza la precisión y confiabilidad de las mediciones de temperatura, un parámetro crítico en prácticamente todos los sectores productivos del país. En industrias como la alimentaria, farmacéutica, química, energética y de manufactura, la temperatura influye directamente en la calidad, seguridad y eficiencia de los procesos; por ello, un termómetro descalibrado puede generar pérdidas económicas, deterioro de productos, incumplimiento de normas y hasta riesgos para la salud pública.
https://instrumet.com.mx/calibracion-termometros-mexico-ema/
En México, la calibración de termómetros está estrechamente vinculada con el cumplimiento de normativas oficiales mexicanas (NOM) y con las exigencias de organismos internacionales de normalización, que buscan asegurar que las mediciones sean trazables al Sistema Internacional de Unidades. Este proceso no solo consiste en comparar el instrumento con un patrón de referencia certificado, sino también en garantizar que los resultados de medición sean consistentes y reproducibles a lo largo del tiempo. Una calibración adecuada contribuye a fortalecer la competitividad industrial mexicana, ya que las empresas que mantienen control metrológico sobre sus equipos demuestran compromiso con la calidad, la seguridad y la mejora continua, factores clave para acceder a mercados internacionales. Además, la calibración periódica permite optimizar recursos, reducir desperdicios y minimizar paros de producción, lo cual se traduce en una gestión más sostenible y rentable.
En el contexto nacional, donde la diversidad climática y las condiciones ambientales pueden afectar la exactitud de los instrumentos de medición, la calibración cobra aún mayor importancia, pues asegura que las lecturas obtenidas sean confiables independientemente del entorno. Asimismo, fomenta la cultura metrológica y la conciencia sobre la importancia de las mediciones precisas dentro del sistema productivo del país. En suma, la calibración de termómetros en México no es solo una exigencia técnica o normativa, sino una práctica esencial para garantizar la calidad de los productos, proteger la salud de los consumidores, fortalecer la economía nacional y consolidar una industria basada en la precisión, la transparencia y la excelencia operacional.
La calibración de termómetros es un pilar fundamental en la fabricación de endulzantes en México, donde la industria produce millones de toneladas de azúcar de caña, jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF) y otros edulcorantes. Procesos como la evaporación del jugo de caña requieren temperaturas precisas de 60-80 °C para concentrar sólidos solubles sin caramelizar azúcares, mientras que la cristalización del azúcar demanda 70-85 °C exactos para formar cristales uniformes. En la producción de JMAF, la isomerización enzimática opera a 55-60 °C; una desviación de solo 1 °C puede reducir el rendimiento en un 5-10 % o generar subproductos indeseados.
<a href="https://instrumet.com.mx/calibracion-termometros-mexico-ema/">calibración de termómetros en México</a>
En México, esta precisión es obligatoria por normas como la NOM-251-SSA1-2009, que exige instrumentos calibrados para garantizar higiene y control de procesos en alimentos. Un termómetro descalibrado provoca sobrecalentamiento, quemado de azúcares o contaminación bacteriana, lo que deriva en lotes defectuosos, retiros masivos y pérdidas millonarias. Además, la NOM-218-SSA1-2011 vincula la trazabilidad térmica con aditivos y edulcorantes, exigiendo registros de calibración para exportar a mercados como Estados Unidos (FDA) o Europa.
Laboratorios acreditados por la EMA realizan calibraciones trazables al CENAM, comparando con patrones en baños de hielo (0 °C) y agua hirviendo (100 °C ajustado por altitud). En ingenios veracruzanos o jalicienses, calibraciones semestrales evitan paros de línea y aseguran que el °Brix (concentración de azúcar) sea exacto, optimizando energía y reduciendo desperdicios en un 3-7 %.