La calibración de termómetros es un pilar fundamental en la fabricación de endulzantes en
México, donde la industria produce millones de toneladas de azúcar de caña, jarabe de maíz
de alta fructosa (JMAF) y otros edulcorantes. Procesos como la evaporación del jugo de
caña requieren temperaturas precisas de 60-80 °C para concentrar sólidos solubles sin
caramelizar azúcares, mientras que la cristalización del azúcar demanda 70-85 °C exactos
para formar cristales uniformes. En la producción de JMAF, la isomerización enzimática
opera a 55-60 °C; una desviación de solo 1 °C puede reducir el rendimiento en un 5-10 % o
generar subproductos indeseados.
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href="https://instrumet.com.mx/calibracion-termometros-mexico-ema/">calibración
de termómetros en México</a>
En México, esta precisión es obligatoria por normas como la NOM-251-SSA1-2009, que exige
instrumentos calibrados para garantizar higiene y control de procesos en alimentos. Un
termómetro descalibrado provoca sobrecalentamiento, quemado de azúcares o contaminación
bacteriana, lo que deriva en lotes defectuosos, retiros masivos y pérdidas millonarias.
Además, la NOM-218-SSA1-2011 vincula la trazabilidad térmica con aditivos y edulcorantes,
exigiendo registros de calibración para exportar a mercados como Estados Unidos (FDA) o
Europa.
Laboratorios acreditados por la EMA realizan calibraciones trazables al CENAM, comparando
con patrones en baños de hielo (0 °C) y agua hirviendo (100 °C ajustado por altitud). En
ingenios veracruzanos o jalicienses, calibraciones semestrales evitan paros de línea y
aseguran que el °Brix (concentración de azúcar) sea exacto, optimizando energía y
reduciendo desperdicios en un 3-7 %.